Tercer periodo

ISLAM

Para los musulmanes el nombre de Dios [árabe: Allah, Alá], el Compasivo, el Misericordioso!” Esa es la traducción del versículo del Corán citado arriba. Después vienen las siguientes expresiones: “Alabado sea Dios, Señor del universo, el Compasivo, el Misericordioso, Soberano del día del Juicio. A Ti solo servimos y a Ti solo imploramos ayuda. Dirígenos por la vía recta, la vía de los que Tú has agraciado, no de los que han incurrido en la ira, ni de los extraviados” (El Corán, sura 1:1-7).

Estas palabras forman al-Fátihah (el “Exordio”; literalmente: “La que abre”), el primer capítulo o sura del libro sagrado musulmán, el Corán. Puesto que de cada seis personas de la población del mundo más de una es musulmana, y los musulmanes devotos repiten estos versículos por lo menos cinco veces en sus oraciones diarias, estas palabras tienen que estar entre las más recitadas de la Tierra.

El nombre islam es significativo para el musulmán, porque quiere decir “sumisión”, “sometimiento” o “rendición” a Alá. Según un historiador, “expresa la actitud más íntima de los que han escuchado la predicación de Mahoma”. “Musulmán” significa ‘uno que cumple o practica islam’.

Los musulmanes creen que su fe es la culminación de las revelaciones dadas a los hebreos y cristianos fieles de la antigüedad. Sin embargo, sus enseñanzas difieren de las de la Biblia en algunos puntos, aunque en el Corán hay referencias tanto a las Escrituras Hebreas como a las Escrituras Griegas. Para entender mejor la fe musulmana tenemos que saber cómo, dónde y cuándo empezó.

Mahoma recibe su llamamiento

Mahoma (Muhammad) nació en La Meca (árabe: Makkah), Arabia Saudí, alrededor de 570 E.C. Su padre, Abdallah, murió antes de que Mahoma naciera. Su madre, Amina, murió cuando Mahoma tenía unos seis años de edad. En aquel tiempo los árabes practicaban una forma de adoración de Alá que tenía como centro el valle de La Meca, en el lugar sagrado de la Caaba, un edificio sencillo de forma cúbica donde se veneraba un meteorito negro. Según la tradición islámica, “la Caaba fue construida originalmente por Adán en conformidad con un prototipo celestial y después del Diluvio fue reconstruida por Abrahán e Ismael” (History of the Arabs [Historia de los árabes], por Philip K. Hitti). Llegó a ser un santuario donde había 360 ídolos, uno por cada día del año lunar.

Mientras crecía, Mahoma puso en tela de juicio las prácticas religiosas de su tiempo. John Noss, en su libro Man’s Religions (Las religiones del hombre), dice: “A [Mahoma] le perturbaban las riñas incesantes en beneficio declarado de la religión y del honor entre los jefes de la tribu quraysí [Mahoma pertenecía a esta tribu]. Estaba menos satisfecho aún con los elementos sobrevivientes de la religión árabe antigua, el politeísmo y el animismo idolátricos, la inmoralidad en las convocaciones y ferias religiosas, el beber, el  jugar  porv dinero y bailar que eran la costumbre acepta, y el enterrar vivas como indeseables a las recién nacidas, algo que no solo se practicaba en La Meca, sino en toda Arabia”. (Sura 6:137.)

PRACTICAS QUE DIOS NO APRUEBA

Quienes aman y obedecen a  Dios aman lo bueno, pero también tienen que aprender a odiar lo malo. (Salmo 97:10.) Eso significa evitar ciertas prácticas que Dios odia. ¿Cuáles son algunas de ellas?

1. Fornicación: Las relaciones sexuales prematrimoniales, el adulterio, la bestialidad, el incesto y la homosexualidad son pecados graves contra Dios. (Levítico 18:6; Romanos 1:26, 27; 1 Corintios 6:9, 10.) Si un hombre y una mujer viven juntos sin estar casados, deben separarse o, de lo contrario, casarse legalmente. (Hebreos 13:4.)

2. Mentira, juego por dinero, robo: Jehová Dios no puede mentir. (Tito 1:2.) De ahí que las personas que desean su aprobación no deban mentir. (Proverbios 6:16-19; Colosenses 3:9, 10.) Todos los juegos por dinero promueven la codicia. Por eso los cristianos no juegan a la lotería ni al bingo ni apuestan a las carreras de caballos ni nada por el estilo. (Efesios 5:3-5.) Tampoco roban ni compran a sabiendas artículos robados ni se llevan cosas sin permiso. (Éxodo 20:15; Efesios 4:28.)

3.Arrebatos de cólera, violencia: La cólera descontrolada puede conducir a la violencia. (Génesis 4:5-8.) Los violentos no pueden ser amigos de Dios. (Salmo 11:5; Proverbios 22:24, 25.) No está bien que nos venguemos o que devolvamos mal por mal cuando alguien nos hace algo malo. (Proverbios 24:29; Romanos 12:17-21.)

4. Hechicería y espiritismo: Algunas personas invocan a los espíritus para que les ayuden a curar enfermedades. Otras hechizan a sus enemigos para enfermarlos o hasta matarlos. Tras todas estas prácticas está Satanás. De modo que los cristianos no deben hacer nada de eso. (Deuteronomio 18:9-13.) La mejor protección contra los hechizos es permanecer cerca de Jehová. (Proverbios 18:10.)

5. Borrachera: Beber un poco de vino, cerveza u otra bebida alcohólica no es malo. (Salmo 104:15; 1 Timoteo 5:23.) Pero Dios no aprueba ni el beber en exceso ni la borrachera. (1 Corintios 5:11-13; 1 Timoteo 3:8.) Beber demasiado puede arruinar su salud y destrozar su familia. Además, puede hacerle ceder fácilmente a otras tentaciones. (Proverbios 23:20, 21, 29-35.)

6. Las personas que practican cosas que Dios dice que son impropias “no heredarán el reino de Dios”. (Gálatas 5:19-21.) Si usted ama de verdad a Dios y desea agradarle, podrá liberarse de tales prácticas. (1 Juan 5:3.) Aprenda a odiar lo que Dios dice que es malo. (Romanos 12:9.) Relaciónese con personas que se comportan de manera piadosa. (Proverbios 13:20.) Nuestros compañeros cristianos maduros pueden sernos de gran ayuda. (Santiago 5:14.) Sobre todo, cuente con la ayuda de Dios mediante la oración. (Filipenses 4:6, 7, 13.)

SATANISMO

No hay duda de que Satanás quiere que lo adoren. Cuando tentó a Jesús, le ofreció una enorme recompensa con una sola condición: “Si caes y me rindes un acto de adoración”. (Mateo 4:9.) Por supuesto, Jesús rehusó, pero no toda persona ha seguido su ejemplo. En nuestro mundo moderno la adoración de Satanás es común.

Existen informes de prensa muestran que el culto satánico brota en diversas formas por todos los Estados Unidos y Europa. Hasta la policía se interesa en el satanismo. ¿Por qué? Porque en muchos casos hallan conexión entre los crímenes y el culto que se da a Satanás. Recientemente, un detective policíaco dijo: “Estamos tratando con una religión, y con personas que creen en ella como otros creen en el cristianismo, el judaísmo o el islam. Lo que vemos no son crímenes como tales, sino crímenes que se cometen como parte de una religión”.

Sobresalen como ejemplo de esto los asesinatos que cometió en California, allá en 1969, el grupo de Manson. Jeffrey Russell, profesor de historia, dijo: “Manson alegaba que era Cristo y Satanás a la vez. Al disponerse a matar a Sharon Tate, [...] Tex Watson, seguidor de Manson, anunció: ‘Yo soy el diablo; estoy aquí para hacer la obra del diablo’”. Pero el satanismo no se presenta siempre de manera tan clara.

La brujería, el espiritismo y la hechicería

La adoración de Satanás no se limita a adorarlo directamente por la invocación de su nombre. El apóstol Pablo advirtió: “Las cosas que las naciones sacrifican, a demonios las sacrifican”. (1 Corintios 10:20.) Y adorar a los demonios es realmente lo mismo que adorar a Satanás, pues a Satanás se le llama “gobernante de los demonios”. (Marcos 3:22.) ¿Qué prácticas de “las naciones” pueden identificarse como adoración demoníaca, o adoración de Satanás? Las palabras de Dios a Israel nos dan algunos ejemplos: “No debería hallarse en ti [...] nadie que emplee adivinación, practicante de magia ni nadie que busque agüeros ni hechicero, ni uno que ate a otros con maleficio ni nadie que consulte a un médium espiritista o a un pronosticador profesional de sucesos ni nadie que pregunte a los muertos. Porque todo el que hace estas cosas es algo detestable a Jehová”. (Deuteronomio 18:10-12.)

El satanismo atrae en especial a los jóvenes. El fundador de la Iglesia de Satanás explica la razón en un reportaje de la revista ’Teen de junio de 1993: “En lugar de mandar a los adeptos que repriman sus impulsos naturales, les enseñamos que se dejen llevar por ellos. Dichos impulsos abarcan el apetito sexual, el deseo de venganza y el afán de posesiones materiales”.

¡Cuánto debe complacer a Satanás esta ideología de inspiración diabólica que va en contra de los principios cristianos inspirados por Dios!

El satanismo está en alza. Constituye una amenaza creciente, pero su fin está próximo. Su dios está sentenciado a muerte, lo mismo que el mundo y sus apoyadores, pues “el mundo entero yace en el poder del inicuo”. (1 Juan 5:19; Romanos 6:16.) Respecto a los adoradores de Satanás y a todos aquellos que consciente o inconscientemente colaboran en sus propósitos, Jehová ha prometido: “El Dios que da paz aplastará a Satanás bajo los pies de ustedes en breve”. (Romanos 16:20.)

Ritos satánicos practicados en oscuros sótanos por sacerdotes en túnicas negras, rezos salmodiados ante víctimas atadas sobre un altar y velas cuya llama vacilante refleja sombras misteriosas en las paredes forman parte del culto que rinden a su dios: Satanás. Muchos se ha escrito en periódicos, revistas y libros sobre los espeluznantes actos cometidos por sectas satánicas. La televisión y la radio estatales han hecho públicos algunos detalles de las prácticas extendidas de los violentos grupos satánicos. Estas se han convertido en un serio problema para la policía de las ciudades grandes y pequeñas de Estados Unidos, Canadá y Europa.