MOISES Y SU FE

Según la Biblia, la fe es la creencia firme en algo porque se tienen pruebas sólidas. Quien tiene fe en Dios está convencido de que él cumplirá todas sus promesas.

¿CÓMO MANIFESTÓ MOISÉS ESTA CUALIDAD?

Con las decisiones que tomó a lo largo de su vida, Moisés demostró que tenía fe en las promesas de Dios (Génesis 22:15-18). Aunque hubiera podido llevar una vida cómoda y lujosa en Egipto, prefirió “ser maltratado con el pueblo de Dios más bien que disfrutar temporalmente del pecado” (Hebreos 11:25). ¿Tomó esa decisión impulsivamente? ¿Se arrepintió después? No, la Biblia dice que“continuó constante como si viera a Aquel que es invisible”. Él nunca lamentó las decisiones que su fe le impulsó a tomar.

Además, Moisés se esforzó por fortalecer la fe de quienes lo rodeaban. Tomemos por ejemplo lo que sucedió cuando los israelitas parecían acorralados entre el ejército del faraón y el mar Rojo. Al verse en esa crítica situación, clamaron aterrorizados a Jehová y a Moisés.

MOISES Y SU HUMILDAD

La humildad es lo contrario del orgullo o la arrogancia. La persona humilde no se considera superior a los demás. El humilde también debe ser modesto, es decir, reconocer sus limitaciones.

¿CÓMO MANIFESTÓ MOISÉS ESTA CUALIDAD?

Moisés no dejó que el poder se le subiera a la cabeza. Cuando a un hombre se le da algo de autoridad, no tarda en demostrar si es humilde o no. Robert G. Ingersoll, orador del siglo XIX, lo expresó con estas palabras: “Si quieres saber cómo es realmente alguien, dale poder”. En ese sentido, Moisés fue un magnífico ejemplo de humildad.

Jehová le dio mucha autoridad, pues lo nombró caudillo de Israel. Sin embargo, Moisés no se volvió orgulloso. Analicemos, por ejemplo, la modestia con que manejó una difícil cuestión sobre derechos de herencia (Números 27:1-11). Era un asunto importante, pues la decisión que se tomara sentaría un precedente legal para las generaciones futuras.

MOISES Y SU AMOR

El amor es un profundo sentimiento de afecto hacia alguien. La persona que ama lo demuestra con sus palabras y acciones, aunque eso exija algún sacrificio de su parte.                       

¿CÓMO MANIFESTÓ MOISÉS ESTA CUALIDAD?

Moisés demostró que amaba a Dios. ¿Cómo? Obedeciéndolo siempre. Bien lo dice 1Juan 5:3“Esto es lo que el amor de Dios significa: que observemos sus mandamientos”. Sin importar cuál fuera el mandato de Dios —algo tan intimidante como encararse al poderoso faraón de Egipto o tan sencillo como extender su vara sobre el mar Rojo, Moisés siempre hacía exactamente lo que se le pedía (Éxodo 40.16)).

Moisés también demostró que amaba a los israelitas. Ellos reconocían que Jehová lo utilizaba para guiarlos, por eso le llevaban todos sus problemas.

Además de escucharlos, Moisés también oraba por ellos. Hasta oraba por quienes lo habían tratado mal. Por ejemplo, cuando Míriam, su propia hermana, criticó a Moisés, Jehová la castigó con lepra. En lugar de alegrarse, él intercedió enseguida por ella con estas palabras: “¡Oh Dios, por favor! ¡Sánala, por favor!” (Números 12:13).

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RELIGIONES AFRICANAS

Desde el punto de vista religioso, el continente africano presenta una rica variedad que refleja tanto el profundo espíritu religioso de sus habitantes como la tolerancia con que aceptan y asumen las propuestas religiosas. La población de África está cercana a los 100 millones, que, por religiones, se distribuyen así: 316 millones musulmanes, más de la mitad de ellos en los países árabes del norte del continente; 256 millones cristianos, de los que algo más de 124 millones son católicos; alrededor de 200 millones seguidores de las religiones tradicionales africanas; el resto se reparte entre las llamadas “Iglesias independientes” o de origen africano, muchas de ellas desgajadas de las iglesias cristianas históricas, y las numerosas sectas de corte fundamentalista que surgen constantemente, especialmente en las ciudades. Tal diversidad religiosa puede ser vista como un cóctel explosivo, a punto de estallar y crear caos. Así se ha querido interpretar los frecuentes enfrentamientos entre musulmanes y cristianos que tienen lugar en Nigeria desde que hace algunos años 13 de sus Estados de mayoría musulmana adoptaron la ley islámica (sharía), o la guerra civil que enfrenta en Sudán desde hace más de veinte años al Norte musulmán y al Sur de mayoría cristiana y animista.